A lo largo de mi experiencia laboral siempre he entendido el diseño editorial como una forma de arte muy especial.
El diseño editorial es una demostración artística cuyo valor está directamente relacionado con el trabajo del periodista o redactor con el que colaboras.
Nunca hay que olvidar que la finalidad de este trabajo es la comunicación por lo que el diseño debe ser entendido como una herramienta y no como el fin en sí mismo.
A diferencia de otro tipo de disciplinas el valor del diseño editorial se basa en su utilidad. El éxito de una página bien diseñada se debe dividir a partes iguales entre su belleza y su legibilidad, algo que a veces los artistas perdemos de vista.